Celebran con maratón el Día Internacional de la Danza en Sinaloa
Culiacán, Sin., domingo 30 de abril de 2023.
”La obligación del artista es iluminar y con la muerte de Max Corrales tiene que bailar con más ganas”, expresó el Mtro. Héctor Chávez al recibir reconocimiento.
Con una gran fiesta de alrededor de 4 horas, dancistas de Sinaloa se congregaron en el Teatro Pablo de Villavicencio para celebrar el Día Internacional de la Danza, en un Maratón en el que brillaron todas las expresiones de este arte, desde el folclor hasta danzas urbanas pasando por el ballet, y hubo lucidos reconocimientos para el Mtro. Héctor Chávez y sombrías expresiones de duelo por la muerte del bailarín Maximiliano Corrales.
En el marco del 36º Festival Internacional de Danza José Limón, el Maratón abrió con un responso mayo en vestíbulo del Teatro, donde Leonardo Yáñez ofreció La Danza del Venado en honor al joven Max Corrales (1995-2023) asesinado recientemente.
Durante el acto se leyó el tradicional mensaje que cada año difunde la UNESCO, escrito por un reconocido dancista internacional, y que este año, en México, se cambió por otro en el que la comunidad dancística nacional pide justicia para Max y el derecho a vivir en paz y sin violencia, reprobando la impunidad.
Pero además del duelo, hubo momentos gratificantes, y el punto culminante de este Maratón, lo más esperado, fue el homenaje que, en el último tramo de la jornada, se hizo al bailarín y coreógrafo Héctor Chávez Fierro, pionero de la danza contemporánea en Sinaloa desde 1976, creador de los dos primeros grupos del género y fundador de este Festival, sentando las bases para toda la fortaleza de lo que es hoy la danza en Sinaloa.
Con la presencia del Mtro. Carlos Zamora, director artístico del Festival, el reconocimiento le fue entregado por Rodolfo Arriaga, director de Programación del Instituto Sinaloense de Cultura, quien dijo que Chávez en un gran precursor de la danza en Sinaloa, y para el ISIC y dependencias convocantes es un deber hacer este homenaje por todos sus logros y por su importante legado.
Por su parte, Chávez comentó que “es la primera ocasión en que estamos de luto porque, todos aquí conocemos a Max, que es hijo de un gran amigo, y murió casi iniciando el Festival; por eso la gente tiene que bailar con más ganas, tiene que iluminar, entrar a cada rincón del corazón porque la danza es luz y hay que quitar la oscuridad en la sociedad.
Entonces es una obligación del artista dar luz donde esté oscuro, y todos los que están aquí y que se dedican a bailar es lo que tienen que hacer”.
Por ahora, agregó, “solo queda agradecer, agradecer y agradecer a los bailarines, a los coreógrafos, y a la sociedad, sobre todo, porque la danza es colectiva”.
Muy emotivo cuando se vio a algunos ex miembros de Sinalodanza -la compañía formada por Chávez en la UAS- bailar una coreografía especial para la ocasión, así como el montaje de la coreografía “La fiesta de la taspana” creada por Chávez en 1978 para recrear esa conocida festividad de San Javier, y que fue interpretada por la Compañía Folclórica Sinaloense del ISIC, cuyos titulares, Olimpia Chávez y Yahir Padilla, entregaron también un reconocimiento a su autor.
También se realizó la entrega de reconocimientos a 40 bailarines que iniciaron la danza contemporánea en Sinaloa (12 de ellos con la agrupación primigenia Taa Yilerum, fundada en 1977), con la creación de DIFOCUR, y Sinalodanza, en 1984, ya en la UAS, hace 43 años, lo cual constituyó un reencuentro entre soñadores y cuya historia quedó plasmada en un video con entrevistas que se transmitió.
Desde las 6:00 de la tarde, en un teatro a reventar, por el escenario desfilaron con sus ofrendas dancísticas el grupo folclórico “Alicia Montaño”, del Centro de Seguridad Social del IMSS, con una recreación de “La fiesta de la taspana”; bajo la dirección de Georgina Martínez; el grupo de danza cubana Show Time, que arrancó aplausos, alumnos de la Escuela Superior de Danza de Sinaloa del ISIC, con la coreografía “Destino a…”.
También DanStudio, de Claudia Bandín, con tres solos de ballet moderno, a cargo de las jovencitas Mariana Paredes, Grace Dummond y Aby Loaiza; Proyecto M, que coordina Majo Villa, con danza moderna a partir de tradición musical folclórica de Sinaloa, que causó revuelo entre los asistentes; y la cantante “Sissa” quien, acompañada por un conjunto musical, interpretó varias canciones a los dancistas en su día.
Los homenajes a Max Corrales continuaron con los miembros del grupo de break Dance, género del que el extinto bailarín fue pionero e impulsor en Sinaloa, y en cuyo honor los miembros del grupo que coordina Everardo Machado Verdugo, de Guamúchil, asombraron a la concurrencia.
También la Compañía Danza Joven de Sinaloa, del la que Max, “Rinkalu”, era miembro, montó una coreografía sin bailarines, para remarcar la dolorosa ausencia, con solo un escenario sumido en la neblina, y una voz en off, con un dolorido mensaje en el que se le expresa cuánto se le extraña.