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Scheherezade un cuento musical con instrumentistas de primer nivel

 

En el crepúsculo de la Temporada Primavera 2023 el concierto “Scheherezade…música para mil noches” presentado en el Teatro Ángela Peralta, transportó al público en una alfombra mágica a esos lugares lejanos donde las princesas envueltas en tules y turbantes logran salvar su vida con sus conmovedores cuentos. 

Scheherezade’ de Nikolai Rimsky – Korsakov (1844 -1908), quien compuso esta obra de deslumbrante orquestación después de leer Las mil y una noches, fue interpretada magistralmente por la Camerata Mazatlán y músicos invitados bajo la experimentada batuta del joven director mazatleco Sergio Freeman Osuna.

La orquesta interpretó los cuatro movimientos creados por el compositor ruso: “El mar y el barco de Simbá”, “La historia del príncipe Kalendar”, “El joven príncipe y la joven princesa” y “Festival en Bagdag, el mar y el barco”. 

El concierto comenzó con la Obertura ‘Sueño de una noche de verano’ de Felix Mendelssohn (1809-1847), una pieza llena de fantasía para continuar con ‘Adagio de Spartacus y Phrygia’ de Aram Khachaturian (1903-1978).

Espectadores de todas las edades llenaron la sala durante la esperada velada musical a la que asistió un grupo de oftalmólogos voluntarios de Vosh Nortwest, agrupación altruista que apoyó con lentes graduados a la población vulnerable de Mazatlán; estuvieron acompañados por la Directora del DIF municipal, Armida Hernández Lara.

Desde la entrada al teatro se podía sentir el placer de abrir la primera página de un libro de cuentos, la ambientación sutil, de ensueño, para ingresar a la sala y ser parte de una historia, historia de los dos que soñaron. 

El concierto fue para grabarlo en la memoria, instrumentistas de excelente calidad y los bailarines románticos y estéticos Pamela Aguirre Talavera y Gean Lee Panchi Balseca bajo la dirección coreográfica de la maestra Zoila Fernández. 

Una noche en donde una reina nos trasladó a distintas emociones para evitar que marchemos de esta vida sin haber tenido la satisfacción de haber escuchado su violín sonar, contar, vivir.

Al final del concierto, rescatamos las primeras emociones de algunos de los principales protagonistas, las emociones de “Scheherezade”…Música para mil noches. 

Maestro Sergio Freeman, una obra maestra, una dirección impecable y un doble gusto por una camerata con una capacidad espléndida para estas obras. 

Así es, definitivamente, este concierto fue muy especial, pero también prueba lo que hay en Mazatlán, entonces es importante que el público lo apoye, que el gobierno lo apoye, vaya, es la cultura de todos. 

La camerata de Mazatlán es de alto nivel y solo profesionales de la música pueden llegar a este nivel.

¿Cómo los estimula el aplauso del público?

“Eso prueba no solo que se toca bien la música, sino que se toca con alma y con algo que no tiene palabras, entonces el público lo recibe de una manera especial. 

Maestro Max Carreón, una obra en la cual las percusiones llevan el factor de la emoción, de lo sorprendente. 

Es correcto, es de los estándares de la percusión sinfónica, un clásico de los rusos y los grandes maestros, imagínate el poder de la Siberia, de los fríos, de los tenores, de los bajos, entonces sí, recordando también lo Chaikovski.

La orquesta se lució y el público también lo agradeció.Estoy satisfecho por la sección de percusiones, estamos haciendo un gran trabajo y más que nada con el gran talento de los chicos (sonríe gratamente). 

Maestra Nina Farvarshchuk (violín solo) de una capacidad interpretativa elevadísima. 

Si, eso es un final como muy dramático de los cuentos de “Scheherezade”, y para violín yo diría que ese es el momento que un violinista, que una violinista puede expresar y demostrar sus capacidades técnicas y sonoras.

¡Se puede demostrar todo con el IV movimiento! (violín solo). 

Además, una camerata con la interpretación de una obra maestra y la satisfacción de esos aplausos…

Yo diría que para mí hoy es un día muy especial, porque tocar solos de “Scheherezade” para un violinista es sentir que para eso valió la pena estudiar, es una de las obras épicas que una violinista grande tiene que cumplir en su vida y hoy llego este día, cumplí mi sueño, el de tocar “Scheherezade” porque es una obra muy bella, no tuve posibilidad de hacerlo antes, pero hoy cumplí, yo diría que mi carrera violinística ya se completó aún más el día de hoy. 

Hoy que cumplió ese sueño lo hizo de un modo novedoso, usted… ¡Entre el público!

Si, lo hice diferente porque normalmente el concertino (principal primer violín de una orquesta) toca solos desde la silla, y la verdad yo lo disfruté más, porque en este caso se sentía… ¡Como más! No solo como una pieza musical, se sentía como obra de arte… ¡Un cuento árabe!